La mas vista

martes, 21 de diciembre de 2010

Pago un martillo, que robó hace 25 años

AGENCIA Un desconocido ladrón envió un sobre con dinero a la tienda de herramientas de una familia del oeste de Pensilvania para pagar por un martillo robado hace décadas.




El efectivo llegó hasta Central Contractors Supply Co. en Johnstown, Pensilvania, junto a una nota manuscrita que decía que la pieza fue sustraída hace unos 25 o 30 años, explicó Lynne Gramling, dueña de la tienda junto a su padre.

"Sabía que era malo, pero lo hice de todos modos. Adjunto hay 45 dólares para cubrir el martillo y un poco más por intereses", señala la carta anónima con fecha del 6 de diciembre. "Lamento haberlo robado, pero cambié mi forma de ser", agrega.

Pese a que mucha mercadería ha desaparecido desde que la familia compró el local hace unos 50 años, esta es la primera vez que alguien paga por un objeto robado, dijo Gramling.

Gramling llevó el dinero hasta un centro comercial cercano, donde su padre sirve como voluntario del Ejército de Salvación.

"Fui y dejé el dinero en su tetera", explicó, agregando que el dinero era "realmente mucho más que lo que saldría un martillo".

Un Travestido pierde 213 kilos

AGENCIA.Un travestido tailandés que pesaba 300 kilos perdió 213 y se quedó en 87 y puede andar de nuevo gracias al tratamiento y operación para reducir de peso a los que fue sometido durante cuatro meses.

La vida de Atthapon Daengkhamkhun era un infierno cuando ingresó en el Hospital Chulalongkorn de Bangkok.

Daengkhamkhun presentaba un cuadro de obesidad mórbida, con latido irregular del corazón, dificultad para respirar, una embolia pulmonar y otros problemas asociados.

También llevaba años sin poder caminar, pero entonces su caso llegó a oídos de la princesa Ubolratana, la hija mayor del rey Bumibol Adulyadej, que decidió financiar la operación para dar una nueva vida al "kathoey" un hombre que se viste de mujer.

Al llegar al centro médico, estaba tan gordo que hacían falta diez personas sólo para darle la vuelta en la cama.

El director del hospital, Adisorn Patradul, le impuso un estricto régimen para que perdiera suficiente peso como para poder llevar a cabo sin riesgo la intervención para reducirle el estómago.

Daengkhamkhun agradeció a la princesa la segunda oportunidad que dio a su vida, y se comprometió a seguir una dieta más sana para que nunca más tenga que preocuparse por su peso.